La segunda vuelta es una oportunidad para elegir una Universidad valiente, justa y comprometida.
USTEA, como parte de REDUS es un colectivo formado por personas de distintas áreas comprometidas con la mejora de la Universidad de Sevilla. Aspiramos a construir una universidad más feminista, pacifista, democrática, menos precaria y plenamente comprometida con los derechos humanos. Nuestras posiciones siempre han sido claras en la defensa de la universidad pública y de su plantilla. Nos situamos firmemente frente a las injusticias y luchamos para frenar cualquier avance de las posiciones privatizadoras y mercantilizadoras dentro de la Universidad. Durante este proceso electoral a Rectorado hemos publicado tres comunicados. En el primero, animábamos a votar y llenar las urnas de votos rebeldes y combativos por un cambio de rumbo. En el segundo, analizamos unos resultados que consideramos preocupantes y subrayamos la necesidad de un debate serio entre candidaturas. Lamentamos que la candidatura de Carmen Vargas haya declinado participar en dicho debate. Creemos que es una muestra de déficit democrático. En este tercer comunicado expresamos posición de cara a la segunda vuelta. REDUS no se ha quedado de brazos cruzados. Hemos tomado la iniciativa y nos hemos reunido bajo petición nuestra con las dos candidaturas en disputa —el jueves con la candidatura de Carmen Vargas, con quien no tuvimos ocasión de reunirnos previamente a lo largo del proceso electoral debido a su falta de acercamiento tanto a nuestra sección sindical como a los órganos de representación (Junta de Personal y Comité de Empresa); y el viernes con la de José Luis Gutiérrez— para debatir y presentar cuatro propuestas concretas sobre cuestiones que consideramos fundamentales:
Aumento generalizado del salario del personal más precario, procesos de estabilización del personal más precario de larga duración y posicionamiento ante problemas de financiación por parte de la Junta de Andalucía.
Condena categórica al genocidio en Gaza y rechazo al desalojo de estudiantes de la US.
Creación de un canal de comunicación directo entre los órganos de representación del PDI (Junta de Personal y Comité de Empresa) y la plantilla.
Compromiso claro con una Universidad feminista.
En todas estas cuestiones, ambos equipos mostraron disposición al diálogo, aunque el equipo de Vargas se mostró menos concreto y más titubeante.
Por ejemplo, en el tema del canal de comunicación con la plantilla, su equipo alegó supuestos impedimentos jurídicos y puesta en duda del derecho de los órganos colegiados a comunicarse vía lista de correos electrónicos con la misma, mientras que el equipo de Gutiérrez aceptó la propuesta de forma firme. De igual modo, en temas como la precariedad laboral, la condena a Israel o el compromiso feminista, detectamos menos claridad en la candidatura de Vargas, sin una condena explícita al desalojo por la fuerza de la acampada de estudiantes por Palestina, que ella misma avaló desde su anterior cargo de vicerrectora. Además Vargas no mostró un claro apoyo a eventuales movilizaciones en defensa de la universidad pública frente a la infrafinanciación por parte de la Junta de Andalucía.
REDUS es y seguirá siendo -gane quién gane- un sindicato asambleario, combativo, sin burócratas y comprometido con la plantilla. Desde nuestra humilde, pero firme posición, llamamos a llenar las urnas de votos combativos y rebeldes, verdes y feministas, solidarios y pacifistas.
¡Por una Universidad pública, democrática y de calidad!





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